Tu ru ru...
tu ru ru ru ru
tu ru ru ru...
tu ru ru
tu ru ru ru ru...
Ella fue a una fiesta... Él también. Al calor de la noche se miraban mutuamente de lejos con sonrisas inocentes. Él dió el primer paso. Ella disfrutó que lo hiciera. 2 horas pasaron y ya habían hablado de su presente y futuro. Él la besó primero. Ella le correspondió mientras a orillas del Río de la Plata amanecía un nuevo día.
Él la llamó primero. Ella se sorprendió con la llamada (más después de enterarse por otras fuentes de que él no es solo él, sino un muy adinerado príncipe de la realeza aristocrática de carne y hueso). Ellos fueron felices en un día lluvioso y gris, también en un día de la nueva primavera que estaba llegando.
Él le pidió que no volviera a su país. Ella empacó y se fue.
Él volvió a sus campos. Ella volvió a su oficina. Él está cuidando a sus animalitos y regando sus cosechas. Ella está con todos los animalitos con los que tiene que lidiar día a día.
Él dice que la espera. Ella sabe que estas historias duran lo que un cuento, unas cuantas páginas y todo termina justo antes de que empiece la realidad. Así tiene que ser y colorín colorado.